domingo, 10 de enero de 2016

Código Secreto - Reseña


Cuando oí por primera vez sobre Código Secreto durante el verano pasado, me sorprendió sobremanera que un juego de palabras hubiera causado tanto revuelo en la GenCon 2015, convención que se caracteriza mayoritariamente por su abundancia de juegos temáticos. Sin embargo, una vez vi el logo de CGE (Czech Games Edition) y el nombre de Vlaada Chvátil en la portada de la pequeña caja, lo entendí. Tanto la editorial como el diseñador inspiran auténtica confianza. Una por el cuidado que pone en el desarrollo de cada uno de sus títulos y el otro por la originalidad e inteligencia de sus diseños, así como su tremendo afán por no repetir la receta NUNCA. Este maravilloso equipo nos ha obsequiado con maravillas tales como el trepidante Space Alert, el exigente Dungeon Petz o el caótico Galaxy Trucker, ganándose a pulso la devoción de un séquito de fans que espera con avidez la salida de cada uno de los 'retoños' de esta pareja destinada a entenderse a la perfección.

A pesar de que hubo un tiempo durante el cual Codenames estaba hasta en la sopa (canales de YouTube, blogs, tiendas), no fue hasta que tuvimos en nuestras manos una traducción al castellano que pudimos finalmente disfrutarlo en condiciones. Al ser un juego basado puramente en la flexibilidad de la lengua y la polisemia de sus palabras, tuvimos que esperar a que alguna editorial española diera el paso de hacerse con la licencia y publicarlo para explorar esta novedad en todo su esplendor. Así pues, cuando Devir anunció que el nuevo diseño de Vlaada llegaría a las tiendas estas navidades, la sensación de no poder esperar hasta la fecha de salida se sumó a mi ya desenfrenado hype y a la curiosidad generada por la versión inglesa del party game. Pero ¿de qué va Código Secreto? Y, lo más importante, ¿hace justicia al desmesurado nivel de atención que ha atraído?

En Código Secreto, los jugadores formarán parte de dos grupos de espías que intentan contactar con todos sus agentes secretos antes que el equipo rival. Dichos agentes tienen nombres en clave y el único miembro de cada equipo que conoce sus verdaderas identidades es el llamado jefe de espías. Éste último intentará transmitir, a través de pistas conformadas por una sola palabra, cuáles de las 25 palabras que hay sobre la mesa son espías amigos. Hasta aquí, Código Secreto se parece al típico juego de palabras en el cual tenemos un concepto en la carta y hay que describirlo para que los nuestros lo adivinen antes que los demás (Tabú, Time's Up!, Password, etc). No obstante, Vlaada introduce un giro de tuerca bastante importante: el reglamento nos propone que en vez de ir palabra a palabra, intentemos agrupar tantas cartas como nos sea posible en una misma pista. Recordemos que estamos en una carrera por ver quién contacta con sus agentes el primero (quién adivina sus cartas antes que el otro), así que quien haga gala de la mayor imaginación a la hora de dar pistas y asociar ideas, tendrá muchos números de llevarse la partida. Por si esto fuera poco, el diseño introduce una mecánica que mantiene la tensión durante toda la partida: la existencia del asesino. Una de las 25 cartas que forman la cuadrícula de agentes es un terrible homicida con el cual hay que evitar cualquier tipo de contacto. Si uno de los equipos escoge dicha carta durante su turno, habrá perdido la partida.
Detalle de la preparación inicial.
Para más detalles sobre cómo jugar, os dejo aquí el enlace al tutorial oficial publicado por Devir. 

Mi opinión:

Código Secreto es un juego de reglas muy sencillas y sus componentes van en consonancia con esta característica. Aún así, todas las piezas, si bien no abundantes, son funcionales y de una calidad a la que las editoriales nos tienen cada vez más acostumbrados. Las cartas son de buen grosor y, puesto que no son muy manipuladas, no necesitan ser enfundadas (a no ser que seáis de los que lo enfundan todo). El juego incluye también unas 40 cartas cuadradas en las cuales podemos ver la clave de las identidades de los agentes. Las 200 mini-cartas de palabras ayudan a reducir considerablemente el espacio de mesa necesario para jugar, cosa que aumenta la portabilidad del juego. Un tercer tipo de tarjetas se incluye en la caja: 8 rojas, 8 azules, un agente doble(rojo por un lado y azul por el otro, ya que el quipo inicial tendrá una palabra más que adivinar), 7 neutrales en blanco y un asesino en negro. Éstas últimas son de un grosor y un tamaño un tanto superior y se utilizarán para indicar la identidad de las cartas que se vayan tapando a medida que avancen las rondas. Por último, se incluyen también un reloj de arena de unos dos minutos, una peana que aguantará la carta de clave y un libro de reglas que explica el juego con perfecta claridad. En general, los componentes y la calidad de la producción es irreprochable y se ajusta bastante bien a su precio.

Espías y más espías.
Pero ¿estamos ante un juego divertido o no? La respuesta es un rotundo sí. Aunque no nos engañemos: Código Secreto no es, ni pretende ser, un diseño que provoque el caos ni las risas desenfrenadas de los participantes. Para llenar ese nicho ya hay otros títulos que encajan mejor (Sheriff of Nottingham, Pictomanía, Fantasma Blitz, Dixit o Una Noche el Hombre Lobo). Por el contrario, aquí todos estaremos bastante pensativos durante la mayor parte de la partida. Debido a que una de las reglas más importantes es que el 'jefe de espías' se mantenga en silencio y no se comunique de ninguna otra manera más que a través de su pista, el silencio reinará durante una buena porción de las rondas y lo único que oiremos serán los engranajes cerebrales de los líderes de cada grupo mientras batallan con los significados de sus palabras. Con esto no pretendo dar a entender que nos aburriremos durante los 15 minutos que dura cada partida, a pesar de que es cierto que el entre-turno puede alargarse si el encargado de dar las pistas sufre de análisis-parálisis. Es por esto que se incluye el reloj. Si bien su uso no es obligatorio, las reglas nos instan a activarlo si vemos que un jugador está luchando para decidirse (aunque ese jugador seamos nosotros mismos). Una solución bastante útil, en mi opinión, a un problema que es bastante evidente en cualquier juego que no delimite de alguna manera el tiempo que pueden emplear los jugadores a llevar a cabo una cierta tarea. No obstante, existen reglas opcionales para hacer el juego bastante más estricto siempre y cuando sea lo que más encaje en nuestro grupo de juego.

Esto último me parece una gran virtud. El diseño es tan dependiente de cómo decidan aplicarlo los jugadores, que quizá lo que es ilegítimo en un grupo, en otro es completamente aceptable y a veces incluso necesario para el disfrute del juego. Se puede entrever que la intención detrás de tanta 'opcionalidad' es lograr un diseño que atraiga al mayor número de jugones y que evite los típicos enfados derivados de las múltiples interpretaciones posibles de las reglas de los juegos de este estilo (sí Tabú, me refiero a ti). Aún así, esta personalización de algunas de las reglas no es tan descabellada como para que se desvirtúe la esencia de lo que el diseñador pretendía y estemos jugando a algo completamente diferente. Hay unas reglas pilares que se tienen que respetar siempre, pero me encanta cuando un juego se esfuerza tanto por adaptarse a los consumidores.

Hablando de aspectos que hacen felices a los jugones, toca mencionar que Código Secreto es abrumadoramente rejugable. Las 200 cartas de palabras son de doble cara, lo cual nos da 400 palabras diferentes que aleatorizar y combinar. Es completamente necesario aplaudir a Oriol Garcia no sólo por su labor de traducción, sino por su titánica e incansable búsqueda de palabras en nuestro idioma que ofrezcan diversos significados e interpretaciones, añadiendo así más variedad al abanico de pistas. Pero el tema no se queda ahí, las cartas de clave, al ser cuadradas, funcionan perfectamente en cualquiera de sus orientaciones posibles, pudiendo jugar 4 partidas diferentes con cada una de ellas. En este aspecto, no puedo más que quitarme el sombrero ante el increíble número de diferentes partidas que hay dentro de esta pequeña caja.

Otra característica de este título de CGE que también abruma es la exigencia cerebral que se esconde detrás de un set tan sencillo de reglas. Todo el mundo puede jugar a esto y pasárselo bien, siempre y cuando tengamos en cuenta que no estamos ante un Dados Zombies, en el cual podemos jugar en piloto automático manteniendo un encefalograma casi plano. Código Secreto apela a nuestro conocimiento de la lengua, a nuestra riqueza de vocabulario y a nuestra capacidad de crear juegos de palabras y/o descifrarlos. Estamos ante un juego que no quiere espectadores pasivos, sino que nos anima a poner todo nuestro ingenio a su disposición. Y es así cómo este título ha logrado ganarse tanto apoyo y atención. Detrás de este disfraz de party game convencional, se esconde un reto tan poco convencional como adictivo. ¿Desde cuándo monstruo 3 es una pista válida para centauro, cuerno y rascacielos? Pues desde que Codenames exige que tus compañeros intenten meterse en tu cerebro para averiguar qué va mal y cómo has llegado a la conclusión de que esa era una pista completamente acertada. Además, el hecho de que con tus elecciones o pistas puedas ayudar al otro equipo o, por culpa del asesino, perder la partida completamente, le da a la nueva creación de Vlaada un nivel de exigencia táctica muy interesante, aunque no se trate de un juego tenso.


En conclusión, Vlaada y CGE lo han vuelto a hacer. Han cogido un género de juegos tremendamente manido y, con un par de pinceladas de juego moderno, han logrado sacar al mercado un producto que se ha ganado su espacio en las estanterías de tiendas y jugadores por igual. Si Pictomanía, también de la mano de Chvátil, era el nuevo Pictionary, Código Secreto es la versión mejorada de Password, y ha llegado para quedarse. Este diseñador parece no cansarse de convertir todo aquello que toca en oro y de maravillarnos con su versatilidad.

Por todo esto Mr. Blue Meeple le da un: 9/10

2 comentarios:

  1. Aparte de coincidir totalmente con tu opinión, se agradecen los agradecimientos sobre la traducción. ;)

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  2. De nada!! Hay que reconocer cuando se ha hecho una buena labor, especialmente en un juego que requería tanto cuidado en este aspecto. :D

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